A lo largo de los siglos XVIII y XIX se van instalando en Galicia, pequeñas industrias conserveras dedicadas a la explotación de pescado y marisco autóctono. Los comerciantes catalanes, atraídos por la buena calidad de los productos, comienzan a fundar las fábricas de salazón, fueron conocidos como los fomentadores. No es de extrañar que apellidos como Massó, Tapies, Norat o Goday formen ya parte de la onomástica gallega. Es en este contexto, cuando la presencia de la familia Goday adquiere importancia en las zonas costeras de Galicia, primero por motivo de la instalación de una industria conservera familiar, posteriormente, conocidos por su estrecha relación con el mundo del arte, así lo destaca el artículo de Xoan Antonio Pillado (2019) para la revista cultural Aunios:

 

"La familia Goday, no solo mostraría el espíritu emprendedor y laborioso de los fomentadores, también entre sus genes definitorios estaría el de la creación artística, en la que destacarían de forma significativa, muchos de sus miembros. Son los casos, por ejemplo, en Catalunya, del arquitecto modernista Josep Goday Casals, autor de numerosos edificios públicos, entre ellos el de Correos en Barcelona […] o los pintores Ignacio Serra Goday y Gemma Romero Goday. Y aquí, en Galicia, Ernesto Goday, también pintor."

 

En el año 1914 nace en el municipio de O Grove, Ernesto Goday Caamaño. Bisnieto de José Goday Llauger, conocido empresario de la industria conservera por fundar las primeras factorías de salazón y conserva que se instalarán en esta pequeña península en las primeras décadas del siglo XIX (Pillado, 2019). Con él, comenzará una historia familiar de gran relevancia para la localidad, definida por su carácter emprendedor en el campo de la política, la medicina y el arte.

 

Desde muy joven, Ernesto se introduce a la talla en madera de la mano de su tío, de profesión abogado y conocido por sus habilidades para la escultura y el dibujo, Francisco Otero Goday, mentor y maestro del futuro pintor. Durante su infancia y adolescencia, aunque realizó algunas tallas en madera, entre las que destaca un mascarón de proa del barco de un empresario local, será en el dibujo y en la pintura donde se acentúen las cualidades artísticas de Ernesto Goday.

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Durante la Guerra Civil, ingresa en la marina a bordo del Acorazado España donde quedará, según Antonio Pillado (2019), encargado de confeccionar las cartas marinas dada su gran destreza en el dibujo que habían advertido sus superiores. De este momento, se hallaron dos dibujos – dos retratos a lápiz depositados actualmente en el Museo de Pontevedra– que evidencian ya la gran capacidad técnica para realizar retratos. Por otro lado, existe un documento que revela su presencia en el buque Vulcano durante el combate contra el destructor José Luís Díez en el año 1938.